A lo largo de su vida, 1 de cada 9 hombres padecerá cáncer de próstata, lo que lo convierte en el tipo de cáncer más frecuente entre los hombres. Además de cumplir con las recomendaciones de realizarte exámenes para la detección de esta enfermedad, deberías prestar especial atención a los síntomas abordados en este artículo. Si tienes alguna inquietud con respecto a tu situación, asegúrate de consultar con un profesional de la salud.
Ganas de orinar con frecuencia
Si durante la noche debes levantarte una o dos veces para ir al baño, en sí mismo no es preocupante. Pero si debes levantarte cada 30 minutos, esa es una historia diferente. Si tienes cáncer de próstata, un tumor canceroso podría estar irritándote la vejiga o la uretra, lo que puede dar lugar al aumento de la cantidad de veces que orinas diariamente, sobre todo, a la noche.
Incontinencia urinaria
¿La vejiga te juega una mala pasada? Podría tratarse de cáncer de próstata. Esta es una de las causas más frecuentes de incontinencia urinaria en los hombres. Al dañar los músculos y los nervios alrededor de la zona pélvica, esta afección causa una pérdida de orina incontrolable e involuntaria.
Flujo urinario escaso
En los casos avanzados de cáncer de próstata, el tumor crece y se hace tan grande que aprieta la uretra, lo que causa la disminución del flujo urinario. Este síntoma también puede ser causado por una hiperplasia prostática benigna, una afección menos grave que ocasiona el aumento del tamaño de la próstata.
Imposibilidad de vaciar la vejiga por completo
Cada vez que orinas, ¿sientes como si la vejiga no se vaciara por completo? Quizás debas consultar con tu médico, dado que este es uno de los síntomas más frecuentes del cáncer de próstata. Esto se debe a que la compresión parcial de la uretra por un tumor impide que la vejiga se vacíe por completo, como ocurre con una manguera de jardín si la pisan.
Sangre en la orina
Si detectas sangre en la orina, debes consultar con un médico de inmediato. Podría tratarse de una señal de una infección urinaria, pero también de una afección más grave. Por ejemplo, con el cáncer de próstata, la sangre podría aparecer en la orina si los riñones, los uréteres, la uretra o la vejiga están comprimidos por un tumor canceroso.