Bebeto Ramírez.
Hace un par de días se confirmó que se presentó una nueva queja ante el Consejo de la Judicatura del Tribunal Superior de Justicia en contra, nada más y nada menos que, de Amada María Teresa Márquez Bermúdez, actualmente jueza cuarta de lo familiar.
La queja fue presentada por un ex funcionario electoral quien con pruebas en mano ha demostrado que María Teresa Márquez Bermúdez violentó los principios de legalidad y el debido proceso del asunto familiar pues, la juez dejó de analizar el caso y resolvió contra constancias siendo negligente para favorecer a una de las partes solo por ser trabajadora del Tribunal, si, solo por ser su compa de trabajo.
Al mero estilo de la chimotrufia, Márquez Bermúdez, así como dice una cosa, dice otra, y es que primero determinó una orden y después otra totalmente contraria, es decir, contradijo su propio criterio dando indicios de parcialidad en su actuar pisoteando el Código de Ética del Poder Judicial.
Sabedora en un principio de que una de las partes tenía la razón, bastó con que le pidieran un favorcito, un parito, ayudar a la otra parte, es decir, a la trabajadora del Tribunal. Y así fue, de entrada, la impartidora de INJUSTICIA violó las constancias de autos dejó de considerar las pruebas documentales privadas que previamente había admitido, vaya locura, que desfachatez.
¡Y luego no quieren Reforma!
La Jueza está tan acostumbrada a las quejas, incluso a las denuncias penales, como la que interpusieron en su contra ante la Fiscalía General del Estado de Puebla por haberse coludido con notarios de Tlaxcala para robar un terreno de 10 mil metros a una ancianita en San José Zacatepec, en Huejotzingo, justamente cuando Amadita María Teresa Márquez era jueza primero de lo civil del distrito judicial de aquel municipio.
Basta con googlear su nombre para darse cuenta de que la Juez Márquez Bermúdez siempre ha gozado de una impunidad tremenda y de que solamente ha servido a don dinero todo poderoso.
Aquí se les dijo.