Miguel Ángel García Muñoz.
¿A qué hora se les ocurrió a Mario Riestra Piña y Eduardo Rivera Pérez contratar los servicios de Javier Lozano Alarcón como su asesor y vocero, marginando a Nancy de la Sierra, Nadia Navarro y Humberto Aguilar Coronado?
Lozano, también podría ser abogado de Rivera cuando tenga que rendir cuentas por su corrupta administración municipal que cerrará el títere Adán Domínguez.
El PAN, aliado del PRI, PRD y PSI, presumen al déspota Lozano Alarcón, quien calificó de arrimada e incompetente a su propia dirigente estatal de Acción Nacional, Augusta Díaz de Rivera. De nada valió que le dieran una lujosa residencia, servidumbre, comida, camioneta y un sueldo millonario. Ha llegado a dividirlos, rezando, al mismo tiempo, para que los trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza, que extinguió siendo secretario del Trabajo, no arriben desde Necaxa a mentarle la madre y lincharlo.
“La Chiva Loca”, como fue bautizado Lozano Alarcón en el senado porque le gusta ir de aquí para allá alocadamente buscando “comida”, con la agravante de ser considerado un traidor, también aparece en diversas investigaciones en Estados Unidos por sus nexos con Genaro García Luna, la mafia y la confiscación de 207 millones de dólares al empresario Zhenli Ye Gon, que fueron utilizados para la campaña de Felipe Calderón Hinojosa en 2006. El dinero desapareció misteriosamente.
La frase “copelas o cuello”, la habría lanzado Lozano contra el chino nacionalizado mexicano.
En algunos países, el apodo “Chiva Loca” refiere a un contrabandista, Describe a un ambicioso, defraudador, lujurioso, timador y corrupto.
Al respecto, el periodista norteamericano, Rick Freeman, dijo hace 3 años: “Javier Lozano Alarcón, La Chiva Loca, es reconocido por diversas figuras políticas de ser poco confiable, mentiroso, ambicioso, traicionero, irreverente, explotador, con cierto grado de ignorancia, pero a la vez con amplios conocimientos para cometer ilícitos. Hipócrita y advenedizo, quiere colgarse de donde puede en busca de aceptación, pero con un público, como él, de dudosa reputación”.
Si alguien pensaba que Lozano negaría los señalamientos del estadounidense, fue al revés, porque respondió el 19 de octubre de 2020, a través de su cuenta de twitter: “Dice La Chiva Loca que te vayas mucho al carajo. Échenle más ganitas. In English: Fuck you”.
EL REGAÑO DE UN INADAPTADO
Javier Lozano Alarcón, piensa que puede manipular con su estilo bravucón, cubriendo su amargura familiar que le heredó su abuelo Gabriel Alarcón Chargoy, así como su paso por diferentes partidos, a tal grado que fue capaz de regañar a los que han abandonado las filas de la alianza opositora.
“Yo me quedé muy sacado de onda con toda esta situación; veo que algunos personajes, amigos míos, ahora están de lado de Morena. Allá ellos; allá sus conciencias; allá sus conveniencias y sus intereses. No soy de los que, con tal de salir en la foto, con tal de estar en una posición política, vendo mi alma al diablo”, diría.
No tiene cara Lozano para hacer un reclamo de esa naturaleza, porque él inició en el PRI con Carlos Salinas de Gortari; trabajó con Ernesto Zedillo Ponce de León; Vicente Fox lo congeló por trompudo al defender a Francisco Labastida; dejó el priismo y se encaramó al proyecto de su amigo Felipe Calderón Hinojosa, afiliándose al panismo; se acercó al priista Enrique Peña Nieto, quien le dejó ver que no confiaba en él; defendió a Francisco Javier Cabeza de Vaca; retornó al PRI con José Antonio Meade, fracasando rotundamente ante Andrés Manuel López Obrador en 2018; encabeza mesas de análisis y ataques furibundos en el programa Atypical con el publicista Carlos Alazraky y Beatriz Pagés; se sumó a la campaña de Mario Riestra y Eduardo Rivera, pero quién sabe con qué cuento les saldrá, porque al mismo tiempo aceptó colaborar con Santiago Taboada en la Ciudad de México, junto con su amigo del alma Ernesto Cordero, teniendo cerca a su cómplice, el timbiriche, Maximiliano Cortázar, ex titular de comunicación social de Rafael Moreno Valle Rosas.
“La Chiva Loca”, también es un farsante.
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