Alberto Jiménez Merino
Convocados por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para revisar causas, soluciones y estrategias de atención a una migración digna, este domingo se llevó a cabo en Palenque, Chiapas, la cumbre migratoria “Encuentro por una vecindad fraterna y con bienestar” a la que asisten presidentes y secretarios de relaciones exteriores de 11 países latinoamericanos.
Diversas fuentes han reportado que la llegada de migrantes a la frontera sur de nuestro país, ha alcanzado cifras históricas diarias de 16 mil personas en los últimos dos meses, provenientes principalmente de Cuba, Haití y Venezuela.
Tan solo las detenciones de mexicanos por la patrulla fronteriza norteamericana en la frontera con Estados Unidos se acercan a un millón de personas para este año 2023, siendo un récord histórico.
Y es que las cifras indican una tendencia creciente ya que, entre octubre de 2021 y mayo de 2022 se han detenido a 520 mil 955 mexicanos en los 9 pasos fronterizos hacia Estados Unidos, ubicados en California, Arizona, Nuevo México y Texas, según la Oficina Norteamericana de Aduanas y Protección Fronteriza, citada por Reforma el 8 julio de 2022.
De acuerdo con la misma fuente, la cifra total de detenciones asciende a 1 millón 440 mil 414 personas de las que, 351 mil 892 provienen de El Salvador, Guatemala y Honduras, y 567 mil 567 de otros orígenes incluidos El Caribe, África y Asia. Destaca la presencia de 311 mil 856 familias y 98 mil 654 menores no acompañados.
No obstante de la problemática generada, uno de los principales beneficios de la migración son las mejores opciones laborales para quienes se van, y los envíos de remesas que realizan a sus lugares de origen. México ha recibido entre enero y junio de 2023 una cifra de 30 mil 238 millones de dólares (MMDD), mayor a los 27 mil 516 MMDD reportado para el mismo periodo en 2022 y que es superior en 9.9 por ciento, según el Banco de México. Los ingresos por remesas entre julio de 2022 y junio de 2023 alcanzaron la cifra de 61 mil 232 MMDD.
Estos recursos han superado ya a los recibidos por venta de petróleo, turismo y exportaciones agroalimentarias, y son un soporte invaluable para la economía nacional en varias regiones y municipios, al mismo tiempo que una prueba no superada en materia de políticas públicas de desarrollo.
Entre las causas de la migración mundial, hay una tendencia natural del ser humano a buscar donde desarrollarse mejor y, en consecuencia, migrar es una aspiración inherente a cada persona.
Hay carencias que inducen la migración con mayor intensidad. De acuerdo con algunas experiencias conocidas, es la falta de servicios públicos, sequía y carencia de agua, ausencia de opciones productivas o baja productividad de las existentes, falta de empleo, inseguridad pública y la pobreza predominante.
En México, según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), al 30 de septiembre de 2023 el 78.5 por ciento del territorio nacional se encuentra en condiciones de sequía, afectando a 1 mil 939 municipios de los 2 mil 471 existentes. En promedio, las presas de uso agrícola se encuentran al 39.7 por ciento de su capacidad de almacenamiento. La sequía en el mundo se ha incrementado 29 por ciento en los últimos 23 años, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO).
Esta situación compromete la producción de granos en 2023 donde se estima una reducción de un millón de toneladas con relación a la cosecha obtenida en 2022, limita las siembras otoño-invierno 2023/2024 y estima un incremento de importaciones de hasta 22 millones de toneladas para 2024, contra 18 millones toneladas de los años recientes.
Si se van a analizar causas de la migración en las regiones y comunidades de los países concurrentes, todos en la región tropical con grandes potenciales productivos, se pueden encontrar entre las siguientes: la carestía de los alimentos e inflación general de precios, el cambio climático, la sequía que ha afectado a muchas regiones del mundo, la falta de apoyo a la educación, la pobreza y desigualdad, la ausencia de políticas para promover el fomento económico y el desarrollo regional, la falta de apoyos al campo, a la industria, a los servicios y al turismo.
Sumado a lo anterior, la falta de infraestructura hidráulica, falta de infraestructura urbana, logística y servicios públicos para el asentamiento de empresas son otros factores que influyen en esta problemática; porque la ausencia de servicios públicos, técnicos y logísticos son una gran limitante para la productividad y el desarrollo económico.
En tanto, en el sector primario, la ausencia de políticas públicas para el campo y la agroindustria, casi siempre con presupuestos marginales, el menosprecio y falta de apoyo gubernamental a la capacitación y asesoría técnica a productores, la desvinculación de la educación con los sectores productivos, así como la falta de financiamiento, han limitado la innovación que mejore rendimientos, reduzca costos, aumente calidad, promueva una mejor comercialización y mayores ingresos, cuidando los recursos naturales.